Cada vez más personas dicen que el intestino es nuestro segundo cerebro gracias a los más recientes avances en la medicina. Los últimos descubrimientos sobre el intestino nos indican que tiene suficientes neuronas para funcionar de manera independiente.
No solo esto, sino que también tiene el poder de influir sobre nuestro cerebro, nuestras emociones y nuestra salud en general. Una dieta a base de comida natural sana es fundamental para poder tener una buena salud tanto física como mental. Descubre de qué se trata.
¿Por qué el intestino es nuestro segundo cerebro?
Para entender por qué el intestino es nuestro segundo cerebro debemos remitirnos a los más recientes descubrimientos sobre su composición. Los científicos nos cuentan que el intestino opera gracias a una sección independiente de nuestro sistema nervioso central.
El sistema nervioso entérico, que se encarga de controlar nuestro sistema digestivo, alberga alrededor de 100 millones de neuronas. Esto significa que tenemos un pequeño cerebro de la capacidad del de un gato dentro de nuestro sistema digestivo.
No solamente se trata de su capacidad, sino de su aparente autonomía. Este pequeño cerebro es capaz de funcionar por si solo en caso de que se desconectara del sistema nervioso central. En consecuencia, el intestino es nuestro segundo cerebro porque no solo recibe información de otros órganos.
El aspecto crucial para tener en cuenta en la relación que desempeña con el resto de nuestro cuerpo es que también es capaz de transmitir información. Es decir, que la manera como tratemos a nuestro intestino puede influir en nuestro estado de salud en general.
El sistema inmune, las bacterias y nuestro intestino
Además de la gran capacidad y autonomía funcional que tiene nuestro intestino, los científicos afirman que contiene cerca del 70% de nuestro sistema inmune. Esto significa que, de acuerdo con su estado, dependerá qué tanto nos enfermemos.
En este sentido, el intestino es nuestro segundo cerebro porque le envía información al resto del cuerpo de la misma manera que el cerebro lo hace. Otro factor importante a tener en cuenta es que se encuentra poblado por millones de microorganismos que se conocen como el microbioma.
Con la reciente tendencia hacia la comida natural sana, tal vez ya estamos acostumbrados a la idea de que nuestra flora y fauna intestinal es importante. La realidad es que es fundamental a la hora de determinar nuestro estado de salud en general.
El microbioma no solamente incide en la salud de nuestro sistema digestivo, sino que se ha descubierto que tiene relación con enfermedades degenerativas. El intestino es nuestro segundo cerebro porque ahora se sabe que incluso puede llegar a influir en enfermedades de tipo psiquiátrico como la depresión.
El intestino, la salud y la dieta
Existen varios elementos que pueden afectar la salud de nuestro intestino, contribuyendo a nuestro estado de salud en general. Entre estos se encuentran estímulos externos que ocasionan reacciones fisiológicas como el estrés. El estado de ánimo también puede contribuir a la salud de sistema digestivo.
Un tercer elemento es la dieta que consumimos, la cual influye directamente en el tipo de microbioma que tenemos. El consenso científico nos indica que una dieta variada y rica en fibra es la solución a muchos problemas de salud. Dado que el intestino es nuestro segundo cerebro, la manera como lo cuidemos tendrá repercusiones en el cuerpo y la mente.
La comida sana: Nuestra mejor aliada
La mejor manera de cuidar nuestro intestino y nuestra salud es, por supuesto, tener cuidado de lo que comemos. La comida sana natural y la comida vegana son alternativas que van en aumento y son cada vez más accesibles. Opciones aun más novedosas como la comida crudivegana prometen excelentes resultados.
Más allá de solamente permitirnos tener un excelente tránsito intestinal, la fibra se descompone en nutrientes que viajan por todo nuestro torrente sanguíneo. La comida de origen natural cruda es rica en fibra, pero también en otro tipo de vitaminas que normalmente se pierden con la cocción de los alimentos.
Además de esto, decidirnos por este tipo de alimentación tiene otros beneficios. Es desintoxicante, mejora la salud del corazón y es más sostenible, ya que su producción y elaboración requiere una menor inversión energética.
Comer sano para la salud de nuestro segundo cerebro
Ya que hemos visto que el intestino es nuestro segundo cerebro, sabemos que tener un adecuado cuidado de él va más allá de tener un buen tránsito intestinal. Su función, más allá de solamente asimilar lo que comemos y desechar lo que no nos sirve, es la de regular nuestro estado general de salud física y mental.
Vale la pena brindarle a nuestro intestino, y a todo nuestro cuerpo, los verdaderos nutrientes que necesita de la mano de una alimentación basada en la comida natural sana.